Fuera de la joyería convencional esta firma fundada en 2009 por la hermanas Phoebe y Annette Stephens se ha convertido en poco tiempo en punto de mira de todos los círculos de moda de Estados Unidos y Europa.
Su vena artística viene de familia (su abuela era una conocida escultora en los años 30 en México) y han encontrado en su país natal, en sus historias personales, en las interpretaciones de la antigua joyería europea, en motivos egipcios, beduinos, en elementos del diseño japonés, y armaduras medievales francesas toda su fuente de inspiración.
Cada pieza trabajada es única, hecha a mano mezclando diversos metales, cobre, latón, plata, níquel, talladas en México donde se encuentra su pequeño taller.
Unas jóvenes visionarias en las que el gusto y el estilo personal las ha llevado al éxito en un tiempo record.
Jessica Alba y Anna Paquin con joyas de Anndra Neen